A solo dos horas de la Ciudad de México, descubrí un lugar que parece sacado de una postal italiana. Entre calles empedradas, aromas a pan recién horneado y terrazas llenas de vida, Val’Quirico combina el encanto europeo con el espíritu cálido de México.
Un pedacito de Italia en Tlaxcala

Visitar Val’Quirico es como cruzar una frontera invisible hacia la Toscana sin salir de México. Este complejo turístico, ubicado en el estado de Tlaxcala, nació hace poco más de una década del sueño de un grupo de empresarios que se enamoraron de la arquitectura y el ambiente de San Quirico d’Orcia, en Italia.
Inspirados por esa estética medieval, crearon un desarrollo que hoy reúne hoteles boutique, residencias, tiendas de arte, restaurantes internacionales y espacios culturales, rodeados de paisajes campestres y un ambiente romántico.
Desde mi llegada, las fachadas de piedra, las bugambilias trepando por los balcones y el sonido de un piano en alguna terraza me hicieron sentir en pleno corazón de la Toscana.
Gastronomía para todos los paladares

Si algo distingue a Val’Quirico es su oferta gastronómica. Aquí conviven cocinas de todo el mundo: desde pasta italiana artesanal hasta cortes argentinos, pasando por tapas españolas, sushi japonés y sabores mexicanos con toques gourmet.
Me detuve en la plaza principal, donde el aroma de los cortes a la parrilla se mezclaba con el del vino tinto. Todo está pensado para disfrutar sin prisas, saborear y mirar el atardecer entre los callejones iluminados.
En octubre, el complejo cobra vida con el Festival Aire Tinto, dedicado al vino mexicano, donde bodegas de distintas regiones presentan sus etiquetas, hay catas, música en vivo y experiencias gastronómicas.
Actividades y experiencias únicas
Más allá de su arquitectura, Val’Quirico ofrece una variedad de actividades para todas las edades. Se puede practicar tiro con arco, lanzamiento de hachas o dagas, entrar a un cuarto de escape o incluso a un cuarto de ira para liberar el estrés.
Para quienes buscan algo más tranquilo, hay paseos en calandrias, recorridos en bicicletas naranjas y espacios ideales para la fotografía. De hecho, es común encontrarse con parejas, familias o quinceañeras posando entre las calles empedradas o frente al carrusel veneciano de dos pisos, una de las joyas del lugar.
Romance y arte en cada rincón

Mientras caminaba sin rumbo —porque en Val’Quirico perderse es parte de la experiencia— descubrí tiendas de artesanías, joyería, moda y cosméticos naturales. Cada esquina es un spot perfecto para fotos, con luces cálidas y fuentes que parecen sacadas de Florencia o Sevilla.
Es un sitio ideal para una escapada romántica o familiar. Sus noches, con calles iluminadas, música suave y el murmullo de la gente, evocan ese ambiente mediterráneo donde el tiempo parece detenerse.
Una escapada cercana y encantadora
Val’Quirico está ubicado entre Puebla y Tlaxcala, a unas dos horas de la Ciudad de México. No tiene costo de entrada y cuenta con amplio estacionamiento y se puede recorrer en un solo día.
Ya sea para probar un buen vino mexicano durante el festival Aire Tinto los próximos 18 y 19 de noviembre, disfrutar de su gastronomía internacional o simplemente perderse entre sus callejones, este destino demuestra que México también puede ofrecer experiencias europeas sin cruzar el océano.
Cada visita es diferente, pero todas dejan la misma sensación: la de haber vivido, aunque sea por un momento, un sueño toscano en el corazón del país.

