El concepto Hotel Destino es la nueva realidad del turismo a nivel internacional, dentro de este segmento, los conceptos boutique & spa como Hacienda Sepúlveda se han convertido en una de las razones para viajar a lugares en los que el hotel supera al destino.
Valor histórico, relajación, atención personalizada y una atmósfera exclusiva llena de detalles son sólo algunos de los argumentos que hacen de esta Hacienda, un sitio ideal para desconectarse de la vida cotidiana.
Un grupo de periodistas apasionados de los viajes y entusiastas de la gastronomía tuvimos la enorme fortuna de ser invitados a conocer las maravillas de esta bellísima Hacienda, ubicada a las afueras de Lagos de Moreno, Jalisco.
Después de un largo viaje de más de cinco horas en carretera desde la ciudad de México, la camioneta en la que viajamos llegó a los límites entre las ciudades de León, Guanajuato y Lagos de Moreno, Jalisco. La hacienda se ubica en medio de un próspero valle lleno de verdor, con campos agrícolas a ambos lados del camino y un río sonando al fondo.
DESTINO CON VALOR HISTÓRICO
El hotel está instalado en lo que fuera una majestuosa finca agrícola con fecha de construcción en 1635. El mágico lugar toma el apellido de Don Juan de Sepúlveda, primer dueño de estas tierras y constructor de la hacienda, quien recibió el título Real del Rey de España Felipe IV con una extensión de 175 hectáreas.
Los Sepúlveda contaban con una vasta tradición agrícola en España, de manera que a su llegada a México lograron establecer una magnífica productividad agropecuaria de estas zonas donde su cultivaron granos, forraje y productos de la industria ganadera.
Durante más de tres décadas, la Hacienda Sepúlveda fue bellamente restaurada por sus actuales propietarios: la familia Salgado. En 2001 abrió sus puertas como hotel con 10 habitaciones, pero ante la demanda casi inmediata, se incrementó el número de habitaciones y se ampliaron las instalaciones y servicios. En 2008 se creo el salón Pasamanos en lo que fuera el potrero de la Hacienda, para recibir eventos de empresas, quienes son los que completan la ocupación entre semana.
DETALLES EN CADA HABITACIÓN
La familia Salgado, propietaria del hotel y con una vasta experiencia hotelera ha hecho un gran esfuerzo para lograr que la estancia de cada huésped sea única. Es por eso que aquí los números no existen, cada habitación tiene un nombre y una decoración única.
Dentro de cada salón y cada habitación de la hacienda se encuentran elementos de la vida diaria en el campo, como herraduras, espuelas y sombreros charros, ya que se dice que en las haciendas de Lagos de Moreno, Jalisco se dieron las primeras competencias de las suertes charras. Todo esto sin sacrificar las comodidades de la vida moderna, como televisión satelital y conexión a internet vía wifi en todo el hotel.
Entre las habitaciones más especiales, destaca la de «Don Toribio» bautizada así en honor a Don Toribio Azuela, tío del famoso novelista Mariano Azuela, uno de los antiguos dueños de la hacienda. Como dato curioso, la habitación en cuestión tenía una ruta de escape a la azotea para escapar en caso de emergencia, aunque el pasaje secreto está clausurado, aun se mantiene a la vista.
Cabe mencionar que debido a que la Hacienda se encuentra en el paso del Real Camino a Zacatecas, en este lugar se suscitaron reuniones y eventos históricos importantes durante los movimientos de independencia y la revolución mexicana.
En lo que fuera el antiguo granero, construido en 1890 se instaló «El aventadero» uno de los mejores y más modernos spas de la región, equipado con equipo profesional y personal altamente capacitado. Por su parte, en la troje o almacén de granos se construyó un elegantísimo restaurante con muebles de la época y una decoración exquisita.
En Hacienda Sepúlveda, lo antiguo se respeta. No existen las imitaciones, todos los muebles y objetos decorativos son originales, incluso las partes estructurales de la arquitectura que se han renovado se han estilizado para no romper el cuadro conceptual del recinto.
MUCHO MÁS QUE SOLO DESCANSO
En un lugar tan encantador y lleno de detalles como Hacienda Sepúlveda, el huésped bien podría limitarse a disfrutar de sus inmensos jardines y los detalles de las habitaciones, que invitan a tomarse una buena cantidad de fotos, pero la verdad es que la hacienda ofrece muchísimas actividades además del descanso y la relajación.
Paseos a caballo o en calandria, rodadas en bicicleta, caminatas por sus espaciosos jardines o la oportunidad de remar en su pequeño lago son algunas de las actividades que se pueden disfrutar en las vastas áreas verdes.
Pero entre las actividades imperdibles de Hacienda Sepúlveda destaca la experiencia prehispánica del Temazcal. Se trata de un ritual multisensorial, que más que un tratamiento de relajación y belleza, representa toda una experiencia espiritual y cultural única en el continente.
AMOR Y RESPETO POR LA NATURALEZA
Además del descanso y relajación, Sepúlveda ofrece contacto con la naturaleza y la fauna del campo mexicano. La familia Serrano ama y respeta la naturaleza, por esa razón es común ver a una familia completa de pavo reales caminando tranquilamente por los patios del hotel.
También se puede ver a ponys, caballos y venados pastando tranquilamente por los potreros y escuchar el canto de aves migratorias que han hecho de este lugar su hogar.
RESPONSABILIDAD ECOLÓGICA
El agua de la Hacienda se obtiene del subsuelo, ya que es una zona con abundancia del recurso. Incluso en época de sequía, los jardines se mantienen verdes gracias al agua que se extrae de los pozos, pero esta recurso también se cuida y se respeta. Toda el agua con la que se llena la alberca proviene de los pozos, sin embargo, como parte de la conciencia ecológica de Sepúlveda el agua que se cambia cada semana y se descarga en el lago o se ocupa para regar las jardineras para reducir el desperdicio del vital líquido.
EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Como complemento a esta experiencia de descanso y relajación, Hacienda Sepúlveda ha incorporado la gastronomía mexicana como uno más de sus atractivos prioritarios.
A lo largo del año se celebran en el hotel festivales gastronómicos con chefs invitados. Tal es el caso del festival los calderos de la Hacienda, que busca recuperar recetas antiquísimas de la región y de la cocina mexicana. Como las pacholas jaliscienses, elaborados a partir del carne seca y machada a punto de pasta, receta tradicional que en Sepúlveda se degusta como en ningún otro lugar gracias a sus cocineras tradicionales, con más de 30 años trabajando en la Hacienda.
La oferta la complementan una gran variedad de antojitos, sopas y platos fuertes que pueden ser acompañados por una excelente selección de aguas frescas y buenos vinos mexicanos
Por su valor histórico, la belleza de su entorno natural y los detalles que decoran cada uno de sus espacios, Hacienda Sepúlveda provoca que cada uno de sus huéspedes y visitantes se sientan como un distinguido hacendado en un rincón atrapado en el tiempo.
La finca que alguna vez se creo para cultivar los productos de la tierra, hoy abre sus puertas para cultivar experiencias y cosechar momentos únicos e irrepetibles.
Para más información sobre eventos gastronómicos y reservaciones, visita: http://haciendasepulveda.com.mx/
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