La mayoría de los viajes son experiencias en las que el destino lo es todo y la función del hotel se limita a ser el lugar cómodo al cual regresar después de un día de aventura. Un hotel suele ser un sitio agradable, pero sin mayor alma que la de la gente amigable que ahí trabaja.
Las Brisas Ixtapa es diferente. Se trata de una maravillosa obra arquitectónica que le hace honor a la bellísima playa frente a la que fue construido en 1981. Muy pocas veces, un hotel convive tan bien con la naturaleza y ofrece al visitante detalles mágicos que invitan a ejercitar la mirada y reconocer la maravilla del ingenio humano, incluso sin tener el mínimo conocimiento sobre arquitectura.
No es aventurado decir que Las Brisas Ixtapa nació como obra de arte. La obra icónica del arquitecto mexicano Ricardo Legorreta es un portento de la ingeniería mexicana, porque su concepto fue adaptarse a la geografía del lugar y aprovechar las diferencias de nivel para crear una forma piramidal que dota a cada una de las habitaciones de una vista espectacular con vista al mar que deja a cualquiera sin aliento.
Uno de los detalles que hacen único a este hotel de 5 estrellas es que su forma escalonada dota a cada una de las 423 habitaciones de lujo con una terraza, que gracias a la pendiente, se abre a cielo abierto y regala a los visitantes una espectacular puesta de sol. Aunque Las Brisas se ubica a solo 3 kilómetros de la zona hotelera y a 8 del pueblo de Zihuatanejo, su ubicación privilegiada y el enclave rocoso de su playa privada le dan un encanto que demuestra que la tradición y el lujo no están peleados.
Las habitaciones tienen un estilo tradicional mexicano, pero con un giro moderno. El elegante amueblado, con detalles de maderas finas y colores brillantes van muy bien con la cromática del hotel en la que también abundan los puntos de fuga, las perspectivas espectaculares y las artesanías mexicanas que decoran los diferentes rincones del hotel.
Caminar por los amplios pasillos ofrece un juego de luces y sombras, en donde lo único que permanece visible es la selva y el mar alrededor, como si se tratara paisajes en movimiento, enmarcados por inmensos espacios vacíos refrescados por la brisa del mar. Algo hay de mágico en esos pasillos, que parecen replicar la frescura, la ventilación y los juegos de luces de las iglesias.
Sumergirse en cada una de las cuatro albercas es una delicia. Su ubicación, a manera de terrazas sobre la selva ofrece una vista al mar privilegiada del mar, que se extiende hasta el horizonte. Muros, acueductos, techos, fuentes y árboles que proveen de sombra para protegerse del sol, beber y nadar en medio de esculturas y juegos de agua.
Incluso los más insensibles nos sentiremos conmovidos por este sitio, en el que el personal de Las Brisas siempre tendrá una sonrisa para ti, te dará los buenos días al coincidir en los pasillos e incluso te saludará por tu nombre. Son esos pequeños detalles los que enamora y hacen sentir especial a cualquier huésped.
Una de las intenciones de Legorreta fue construir sin lastimar a la naturaleza, diseñar una obra en la que la brisa del mar y las vistas al mar y la selva dotaran la ventilación y la iluminación necesaria. Recorrer los coloridos corredores abiertos de Las Brisas Ixtapa y sentir La Brisa del Mar en tu cuerpo, confirman el acierto de Legorreta.
Qué comer
Las Brisas Ixtapa cuenta con increíbles restaurantes con una amplia carta en la que destacan los platillos de pescado y mariscos. Bellavista, Solarium, La Brisa 1 y 2, El Mexicano y Portofino ofrecen soberbios platos con lo mejor de la cocina mediterránea y mexicana. Particularmente el filete de pescado al ajillo y las tostadas de pulpo del restaurant Solarium son una maravilla.
Qué ver
No pierdas la oportunidad de disfrutar una de las puestas de sol más espectaculares de tu vida. El increíble paisaje de la bahía y la playa enmarcada por árboles milenarios y la selva enmarcan los tonos rojizos que se dibujan en el cielo.
Todo esto, desde la terraza de tu habitación. Debido a la pendiente del hotel, en cada una de las habitaciones la vista es espectacular.
Lo que no te puedes perder
Caminar hacia la playa por los senderos trazados en roca te ofrecen detalles sensacionales en los que aprenderás un poco de la naturaleza de la bahía de Ixtapa. Árboles de tamarindo altísimos, árboles con hoja en forma de cola de pescado y gigantescas ceibas son el refugio de las diversas especies de aves que desde muy temprano, te consienten con su canto.
La playa de Las Brisas Ixtapa te ofrece un magnífico espectáculo de contemplación de los pelícanos y demás aves marinas que se sumergen en las olas para pescar su alimento.
Detalles curiosos
Las Brisas Ixtapa es un hotel sin cuadros. La decoración la conforma la vista al mar, como un espectacular mural en movimiento que lo mismo aparece en pasillos, en el lobby bar o en el restaurante Bellavista.
El Lobby y recepción están en el piso 18. El hotel cuenta con 20 pisos en el que la zona de playa es la planta baja.
No existe el número 13 en el hotel. Ni en las habitaciones, ni en el inexistente piso número 13. No somos supersticiosos, pero se nos hizo curioso.
Para más información, reservaciones y paquetes todo incluido visita: https://www.brisas.com.mx/hotels/ixtapa
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