Más de 100 años de historia ferroviaria envuelven a la encantadora Ciudad de Aguascalientes. Su privilegiada ubicación geográfica en el centro del bajío mexicano, han privilegiado históricamente a esta ciudad como un punto de gran desarrollo para el país.
Aunque hoy en día el uso del Ferrocarril como medio de transporte está en el abandono, los ecos de aquellos tiempos en los que las enormes maquinas de vapor marcaban el ritmo del progreso de Aguascalientes aun pueden escucharse en uno de los museos más interesantes del país: La Plaza de las Tres Centurias.
El conjunto de tres edificios ubicados en lo que fue la antigua estación de pasajeros y los talleres de servicio de Ferrocarriles Nacionales de México cuenta con una colección de mobiliario, piezas históricas y máquinas y vagones que se mantuvieron en servicio por varia décadas.
Entrar al edificio de la antigua estación es transportarse a otra época. El mobiliario, las taquillas, los relojes y las luminarias de la instalación evocan a tiempos en los que el silbato gigante de acero anunciaba la llegada del progreso.
El nombre del recinto hace alusión a que los 3 edificios rebasan los 100 años. Y es que en los pasillos, las salas de llegada y la pequeña explanada de este lugar ocurrieron episodios importantes en la historia de México: como las llegadas del presidente Madero y Carranza a Aguascalientes o la toma violenta de los trenes militares por parte de Francisco Villa.
El gran proyecto del Porfiriato que propuso unir la capital del país con la fronteriza ciudad de Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez) en Chihuahua, tuvo en Aguascalientes una importancia decisiva, al ser esta ciudad uno de los principales talleres de máquinas de vapor y el principal productor de rieles de ferrocarril en el país. No es casualidad que el equipo local de beisbol de esta ciudad tenga el mote de: Rieleros de Aguascalientes.
En el anexo de la vieja estación se encuentra un museo dedicado al beisbol y al equipo local del estado: Los Rieleros de Aguascalientes. La colección está integrada por una serie de objetos y memorabilia que incluye jerseys, pelotas, trofeos, boletos y una instalación en la que se recrea una cabina de radio en la que personajes como Pedro «Mago» Septién llevaba a cabo sus fascinantes transmisiones.
Pero la verdadera evocación al pasado puede sentirse al visitar las plataformas de abordaje. Ahí puede apreciarse claramente el interior del vagón presidencial, usado por varios presidentes de México hasta el sexenio del presidente Carlos Salinas. En su interior pueden verse las salas de juntas, los chalets de descanso y las salas en las que seguramente muchos presidentes tomaron decisiones importantes.
También es posible subir a los vagones de pasajeros de primera clase, en donde además de viajar con gran comodidad en butacas reclinables, podía contratarse el servicio de camarote privado con literas y regadera y disfrutar de una buena comida y un trago en el área de restaurante.
Adicionalmente pueden visitarse el área de talleres, en donde se daba mantenimiento a las máquinas y que hoy en día se ha convertido en un excelente espacio de difusión de muestras de arte contemporáneo.
Para quienes alguna vez tuvimos la fortuna de viajar por tren a ciudades con rutas comerciales como México – Veracruz o Querétaro – Zacatecas, el solo hecho de subir de nuevo a la serie de vagones en exhibición es un gran ejercicio de memoria y una experiencia francamente nostálgica. Sin lugar a dudas, la Plaza de las Tres Centurias es una visita imperdible en Aguascalientes.
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