Hablar de una boda, nos remonta a una idea, a un sueño que tienen la mayoría de las mujeres, y aunque no lo crean, hay hombres a los que la idea de llegar al altar, no les desagrada en lo absoluto.
Sin embargo, el tema de la organización llega a resultar un serio dolor de cabeza pues los lugares que se visitan no cubren nuestras expectativas; o en pocas palabras, no cuenta con ese “toque” que queremos para que ese día sea inolvidable. O si se llega a encontrar, a veces se sale del presupuesto, por lo que se restringen detalles importantes, entre ellos, la decoración.
Conscientes de eso, nuestros amigos del Sheraton María Isabel organizaron hace unos días Wedding Catering Trends en sus instalaciones de paseo de la Reforma Ciudad de México, donde mostraron las tendencias para engalanar ese inolvidable día. El Wedding Catering Trends inició con Camelu Millan, consultora de bodas que cuenta con una gran experiencia en el tema ya que cuenta con un Master Bridal Consultant; ella comentó que se debe crear un ambiente especial donde, tanto novios como invitados, se sientan a gusto. Camelu sugirió que no se descarte ninguna idea, por más extravagante que parezca, ya que con la asesoría de un experto, puede llevarse a cabo.
¿Qué significado tiene ser diferente en una boda? Para despejar mi duda, estaba Deigy Rivera, weeding planner, que en su presentación apostó por los clásicos con un concepto que nos recuerda a los años 50’s. El diseño de mesa de boda que presentó propone la combinación del color negro con dorado, lo que resulta bastante llamativo.
Si se prefiere algo más suave con el color rosa y mantelería con formas de rosas. Los detalles de las velas o las pequeñas lámparas, las perlas, nos remontan al glamour de las grandes estrellas de Hollywood o la época del cine de oro mexicano… y ahora que lo pienso, ¿qué acaso los novios no son los protagonistas de una historia que comienza ese día?
Por su parte, la asesora de bodas, Valentina Corro rompió el esquema, con su propuesta de mesas rectangulares, con una decoración que nos hace sentir cómodos, no tan rígidos como resultaba, anteriormente, asistir a una boda. Creo que la unión de una pareja, renueva los lazos familiares, y el estilo de Corro me hizo sentir fresca, y, si estuviera en una boda, me sentiría con todo el ánimo para recibir, y conocer, a la nueva familia política; y, con ganas de fortalecer la unión con mi familia.
Noé Araiza, de Bodas y Eventos, realizó una combinación bastante interesante: utilizó los colores pastel pero en techo, arreglos de mesa y muebles poco convencionales; sé que eso puede parecer simple, sin embargo, los colores utilizados en la mesa de dulces, así como en la presentación, logró un equilibrio entre los años 60’s y 70’s en el 2000… clásicos presentes.
Debo reconocer que, después de la presentación de nuestros amigos de Sheraton, me queda clara la importancia de tener un planner ya que, te quita problemas, (como novia o novio) con familiares o proveedores. No quiere decir que quedarán excluidos sino, que los llevan de la mano de acuerdo a lo que han pensado para que ese día lo disfruten al máximo, sin problemas.
Una boda es una experiencia de vida que proyecta a la gente que más queremos nuestro estilo de vida aventurero, se vale experimentar, atreverse… y sobre todo ¡divertirse!
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