Los grandes autores tienen un paso breve por el mundo, pero su obra y sus lugares favoritos se quedan para todo aquel que quiera descubrirlos. Aquí te presentamos 5 lugares de la Ciudad de México que todo amante de la literatura debería explorar.
1. Fonoteca Nacional
La última casa que habitó Octavio Paz
Casonas viejas, parques, iglesias, callejones y el Centro Histórico marcaron la obra Octavio Paz. La Ciudad de México fue la inspiración e influencia del autor de “El Laberinto de la Soledad”. Sin embargo, la modernidad y el cambio constante han provocado que la mayoría de los lugares cambiaran su vocación o desaparecieran, y hoy sólo quedan los recuerdos de esos espacios que quedaron en los poemas del único nobel de literatura mexicano.
Tal es el caso de la Casa de Alvarado, actualmente sede de la Fonoteca Nacional. Dicho inmueble ubicado en Francisco Sosa 383, en el Barrio de Santa Catarina en Coyoacán, albergó a Octavio Paz de diciembre de 1997 hasta su muerte en abril de 1998.
2. Café La Habana
Lugar donde Fidel y el Ché planearon la revolución cubana
Desde 1954 empezó a ser el favorito de grandes personajes y de periodistas, ya que se encuentra cerca de los periódicos, El Universal y Excélsior.Se dice que entre las mesas del negocio ubicado en el número 62 de la calle Morelos, esquina con Bucareli, en la colonia Juárez, Fidel Castro y el Che Guevara planearon la Revolución cubana.
Si buscas sentarte en la mesa donde planearon la Revolución será difícil identificarla ya que eran seguidos por la policía secreta de Cuba, de México y el ejército, esa situación solo les permitía tomar un café, platicar rápidamente y retirarse, difícilmente los revolucionarios se quedaban más tiempo.
3. Restaurante El Cardenal
El lugar favorito de García Márquez
Gabriel García Márquez vivía desde hace varias décadas en México, un país al que llamaba “otra patria distinta”, su vida cambió al instalarse en la Ciudad de México ya que desarrolló una parte de su obra literaria.
Gabo se caracterizó por ser un hombre discreto en su vida personal y profesional, no participaba en actos públicos ni le gustaba exhibirse en televisión. Sin embargo, el escritor colombiano tenía sus rincones preferidos en el Distrito Federal. Uno de ellos era el restaurante “El Cardenal”.
Él y su esposa visitaban frecuentemente el restaurante que se ubica en el Centro Histórico. Desde entonces, Gabo, que se volvió amigo de los dueños –la familia Briz Garizurieta–, les preguntaba cuándo iban a abrir un restaurante más cerca de su casa.
Y la familia cumplió la petición, abrieron una sucursal en la Colonia San Ángel, el sur de la Ciudad de México. García Márquez inauguró “El Cardenal” de San Ángel.
A ese lugar iba con frecuencia, entraba por la puerta lateral, se sentaba en la planta baja, en un salón privado preparado para su visita, y pedía su pescado de siempre.
4. Monterrey 122 El departamento de William Burroughs en la Colonia Roma
El lugar donde el escritor beat disparó a su esposa
El inmueble se ha convertido en un lugar de peregrinaje —macabro— para los seguidores del viejo gurú de la contracultura. Los profesores de talleres literarios traen a sus alumnos hasta el rellano para explicarles que sin este suceso sería imposible entender su obra —cuando ocurrió tenía 37 años y no había escrito gran cosa— y los adolescentes que acaban de leer sus libros, extasiados por el malditismo del autor.
La última testigo de lo que pasó allí es María Cervantes, la que era la portera del edifico situado en el número 122 de la calle Monterrey pero tiene 90 años y sufre sordera. “Tengo entendido que el señor (Burroughs) era muy estudioso. Ese día le tuvo que dar la loquera. Se atrevió a ponerle un vaso en la cabeza a la mujer, como si estuviera jugando, y disparó. Falló, claro, porque estaba muy tomado”, cuenta.
El escritor fue detenido por asesinato y trasladado a la cárcel de Lecumberri. Allí entró en juego un protagonista fundamental de la historia, el abogado mexicano Bernabé Jurado (“el rey de los tramposos, sagaz corruptor de jueces”, según García Robles). El picapleitos logró que lo liberaran tras solo 13 días en prisión, al “demostrarse” que había sido un accidente.
“Mi esposa había tomado algunas copas. Yo saqué la pistola para mostrarla a mis amigos. La pistola se resbaló y cayó, golpeándose con una mesa y se descargó. Todo fue puramente accidental” esa es la versión que Burroughs ofreció.
5. Orizaba 210, Colonia Roma
Donde Jack Kerouac escribió «Mexico city blues»
Después del asesinato de Joan Vollmer, William S. Burroughs habitó el departamento 5 de Orizaba 210, donde escribió Junkie y Queer, dos de sus obras más célebres. El inmueble original se derrumbó durante el terremoto de 1985, pero la dirección quedó inmortalizada en el poema de Jack Kerouac Orizaba 210 Blues, el epicentro de los beats en el D.F. Fue aquí donde el pionero de la Generación Beat escribió Tristessa y el poemario Mexico City Blues.
Mexico City Blues es un poema compuesto por 242 «coros» o stanzas. En ellos aparecen muchas de las ideas expresadas por Kerouac en sus novelas y, como todos los poemas de los beats, las composiciones de México City Blues cuentan con una poética de tono religioso-místico, personalista y experimental.
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