Por Thalía Ríos Instagram: @marimar_salvaje
Desde que aparecieron en la tierra, se estima que alrededor de unos 100 millones de años, las tortugas marinas aún conservan gran parte de sus características anatómicas primitivas. Son uno de los grupos de vertebrados más antiguos sobre la tierra.
La historia de vida de la tortuga marina es extraordinaria; su incubación tarda un promedio de 45 días, al romper el cascarón comienza su lucha por vivir. Emergen de la arena para ver la luz del sol que guía su camino hacia el mar, no todas las tortugas logran llegar y las que lo hacen, con su diminuto tamaño tendrán que enfrentar sin miedo la inmensidad del mar.
A lo largo de su vida viajan solas y en sus migraciones para alimentarse, reproducirse o anidar, recorren cientos de kilómetros, las hembras siempre regresan a la playa en la que nacieron para desovar. El tráfico ilegal de huevos, la contaminación en los mares, la caza y la pesca, entre otros factores, ponen hoy en peligro de extinción a la tortuga marina.
ECOTURISMO, UNA MANERA DE AYUDAR
A lo largo de las playas del pacífico existen campamentos tortugeros que trabajan en la protección y conservacion de la tortuga marina. Yo visité el campamento de Esther y Julio, dos -mexicanos de Suecia- que se enamoraron de Playa Ventura y decidieron ayudar con sus propios medios.
Playa Ventura está en Copala, a unas dos horas de Acapulco, desde el DF son aproximadamente 7 horas de viaje en autobus. En un fin de semana en este increíble mar tuve la oportunidad de ver el admirable trabajo que hacen Esther, Julio y los voluntarios. Salen a la playa cada madrugada a buscar tortugas desovando para ganarle los nidos a los traficantes de huevos, en una noche llegan a encontrar hasta 10 tortugas dejando huevos en la playa, los recolectan y los depositan en nidos protegidos por el campamento. Pasados los días de incubación las pequeñas tortugas son liberadas en el mar por los ecoviajeros y los voluntarios.
Yo corrí con mala suerte porque en esos días no hubo nacimiento de crías, obviamente no pude hacer liberación, de lo que sí tuve oportunidad fue de salir una noche con los ecoviajeros y voluntarios para buscar tortugas desovando; así entre la oscuridad de la madrugada, el ruido de las olas de un mar que ya no alcanzábamos a ver, algunas lámparas alumbrando y un cielo lleno de estrellas, caminamos para encontrarnos con tres tortugas dejando huevos en la playa.
Esa noche ha sido sin duda la mejor experiecia que he vivido a lo largo de mis viajes en este año. Las tortugas son fantásticas, vimos cómo buscan el mejor lugar para dejar sus huevos, cómo poco a poco sus aletas y la parte trasera de su caparazón van haciendo un hoyo en la arena de 50cm y comienzan a desovar; para entonces han pasado tanto tiempo fuera del mar que producen lágrimas, lo hacen para lubricar sus ojos. Al terminar de desovar cubren el nido con la arena dando fuertes golpes con sus aletas y dejando caer todo el peso su caparazón.
Yo me acerqué a ellas lo suficiente para ver sus ojos, escuchar su respiración y esos extraños ruidos que hacen, como de cansancio y liberación, al terminar de cubrir su nido regresan lentamente al agua. Mientras todos las fotografiaban su retorno, yo preferí acompañarlas paso a paso en su regreso hasta que la primera ola que tocaba la playa las regresaba a su mar.
Entre julio y agosto, el campamento ha recolectado más de 100 nidos, para todo este trabajo se necesitan voluntarios, si te sobran por lo menos dos semanas, lánzate a Playa Ventura con Esther y Julio para ayudarlos con la protección y conservación de la tortuga marina, no pagas hospedaje, podrás hacer uso de todas las instalaciones del campamento y ellos te enseñaran todo sobre la Tortuga marina, visita www.latortuguita.com.mx
Si no dispones de tanto tiempo pero igual quieres vivir esta experiencia como ecoviajero, contáctalos para pasar un fin de semana en Playa Ventura, el ecoturismo es una de las maneras que La Tortuguita tiene para obtener recursos y seguir protegiendo a estos asombrosos seres que llevan 100 años viajando por el océano.
Las tortugas salen del mar para dejar sus marcas sobre la arena, su paso. Salen del mar para dejar magia. Magia y vida, ¡ayúdalas!
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