Era domingo y el último día de la #ExperienciaPresidente, en Guadalajara. A pesar de eso, no fue el menos importante ya que nuestros amigos de Grupo Presidente Intercontinental nos tenían reservada otra sorpresa: un viaje a Tlaquepaque, Jalisco.
A casi media hora de Guadalajara se encuentra este municipio el cual se caracteriza por la cerámica que produce. Y para entender este arte, comenzamos en el taller de Paco Padilla quien, pertenece a una familia de tradición alfarera. Debo decir que nos consideramos afortunados porque nos explicó los tipos de cerámica que trabaja, así como las técnicas que utiliza. Y para que la experiencia fuera completa, sacamos nuestras dotes artísticas y nos pusimos a pintar una pieza que amablemente Paco Padilla nos proporcionó. Al ver que nos costaba un poco que de trabajo plasmar alguna línea o imagen, el maestro nos explicó que para pintar, se tiene que tomar la pieza y recargar siempre la palma de la mano en ella, esto para que el trazo sea mejor; además, el trazo se debe de hacer del cuerpo hacia afuera porque, de alguna manera, había una relación entre la pieza y el artista, lo que lo hace único.
Después de esa experiencia, iniciamos nuestro recorrido por la iglesia del Santuario de la Soledad, desafortunadamente era la misa del domingo y nos fue difícil entrar pero, nos comentaron que al interior destacan sus cúpulas, así como los retablos de estilo neoclásico y neogótico. Caminando un poco más hacia la izquierda, llegamos al kiosko donde parece que se ha detenido el tiempo, ver a las personas sentadas alrededor en la plaza, platicando, saludando a los vecinos, tranquilos, hace que uno se olvide del tiempo.
Continuamos por la conocida avenida Independencia, no sin antes detenernos en una escultura que rinde homenaje a los alfareros que dieron prestigio a este lugar. Después de esta visita, en Alternatrip creemos que la expresión “pareces jarrito de Tlaquepaque” no debe de ser dicha para ofender a alguien que no tolera lo que se le dice y que se puede enojar, o “romper” en cualquier momento; al contrario, la cerámica es delicada, exquisita y para nada, débil o frágil. Y para continuar con este prestigio, dentro de la Casa del Artesano, se imparten talleres para que los niños se acerquen a sus tradiciones.
Durante mucho tiempo Tlaquepaque se volvió el lugar de descanso para grandes hacendados de Jalisco, por lo que aún se percibe ese aire de grandeza sobre todo en la avenida Independencia que, aún cuenta con estas casonas en sus laterales. Cabe señalar que en estas casonas hoy en día albergan galerías de artesanías y muebles.
De las casas de esta calle, se destaca la Casona Histórica que, como su nombre lo indica, fue el lugar donde se firmó el firmó la «Proclamación de Independencia de la Nueva Galicia», el 13 de junio de 1821. A su vez, también se encuentran casonas donde se llevaron a cabo películas de la época del cine de oro mexicano, como la Casa Canela donde se rodó “Allá en el rancho grande”, película protagonizada por Jorge Negrete.
El imperdible de aquí es el mercado de El Parián de gran tradición en Tlaquepaque donde aparte de comida, se prepara la Cazuela, que se realiza en este recipiente a manera de homenaje a los artesanos. La receta obviamente incluye tequila, pero también toronja, naranja, lima, limón, sal y refresco de toronja.
La forma de tomarlo nos recuerda al chocolate oaxaqueño, solo que con toda la picardía de este curioso cocktail característico de la perla tapatía.
Con esta anécdota y con un brindis entre viajeros despedimos la divertida y deliciosa #ExperienciaPresidente, organizada por Grupo Presidente Guadalajara, unos verdaderos expertos en la industria de la hospitalidad. Para más información visita: www.grupopresidente.com
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