El Gran Hotel de la Ciudad de México es uno de esos rincones reservados para el explorador urbano curioso y con gusto por los detalles. Ubicado en la céntrica calle de 16 de septiembre, justo a un costado de la histórica Plaza de la Constitución, la estructura arquitectónica, que hoy se encuentra totalmente remozada tras una remodelación de 25 millones de pesos, cuenta con detalles encantadores y una de las mejores vistas de la Ciudad.
Una vez que entras al hotel, un espléndido candil Louis XV te recibe. Se trata de un regalo de Porfirio Díaz como inauguración del Centro Mercantil de México, ya que la edificación se pensó originalmente para servir a dichos intereses. El viajero curioso y atento a los detalles no pasará de largo ante detalles en la herrería, que data desde principios del siglo y en la que se pueden distinguir claramente las iniciales CM (Centro Mercantil) y SR, que son alusivas a Sebastián Roberts, primer propietario del lujoso inmueble.
Para el Licenciado Jorge Machuca, Gerente General del Gran Hotel de la Ciudad de México, otro de los atractivos del hotel son las escaleras de caracol Art Noveau fabricados en herrería de una sola pieza, sin remaches y sin una sola soldadura que fueran traídas desde Francia. “Las escaleras, que aun se encuentran en el hotel y que comunican al lobby con el tercer piso, fueron todo un portento de ingeniería y diseño arquitectónico para inicios del siglo XX” señaló Machuca.
El Gran Hotel de la Ciudad de México también destaca por tener en servicio el segundo y tercer elevador traídos a la Ciudad de México, como parte del auge porfiriano de embellecer las ciudades e incorporar los máximos avances tecnológicos de la época. Como detalle curioso, estos elevadores fueron construidos con la misma técnica que los que operan en la torre Eiffel en París, Francia.
El Licenciado Machuca también nos compartió que: “La joya del hotel es sin lugar a dudas el vitral Tiffany, el segundo vitral mas grande del mundo y fabricado en 1895. Se trata de un trabajo del artista Jacques Gruber de la escuela de Nancy en Francia, precisamente la casa donde se gestó el movimiento Art Noveau. La técnica Tiffany consiste en armar enormes rompecabezas de vidrio, al unirse, las formas y colores provocan en quien lo observa una mezcla de magia y admiración”.
La estética, elegancia y fastuosidad del Tiffany baña el Hall del hotel con una sensación de luz y color muy especial. Esta experiencia, además de encantadora, es gratis, porque la entrada al hall es libre.
La ubicación privilegiada, no solo las habitaciones sino el restaurante La terraza y el Plaza Mayor tienen una ubicación extraordinaria y una vista espectacular del zócalo de la Ciudad de México. “La belleza del hotel es una muestra más de la herencia Porfiriana, pero también de la historia de México, ya que ha presenciado más de 100 años de historia mexicana en primera fila”.
Jorge Machuca compartió con los lectores de Alternatrip algunas anécdotas de los visitantes distinguidos que se han hospedado en este hotel: “El hotel ha tenido muchos visitantes distinguidos, destacan figuras como Cantinflas y Agustín Lara, este último no solo fue un cliente regular, sino que en más de una ocasión tocó el piano en el hall del hotel”. Pero no todo en el Gran Hotel de la Ciudad de México es pasado, aquí se sigue escribiendo la historia, ya que el libro de visitantes distinguidos del hotel puede presumir de contar con la firma de un agente secreto de clase mundial: el agente oo7, James Bond.
“Daniel Craig, quien interpreta a Bond en la más reciente entrega “Spectre”, se hospedó en el hotel, de hecho, en la película aparecerá brevemente el hotel y algunos de nuestros compañeros como el concierge y algunas camareras podrán presumir de haber aparecido en una película del 007” señaló Jorge.
Uno de los principales temores de los extranjeros son los temblores, pero el hotel tuvo una remodelación mayor hace 10 años en las que se le invirtieron 25 millones de dólares para renovar infraestructura y fortalecerlo como uno de los hoteles más seguros del centro histórico.
Hablando del restaurante La Terraza, que este 2015 cumple 10 años de existencia Jorge Machuca destacó que la estrella de la casa sin lugar a dudas son: Los medallones de langosta al Pipián: “¡Son la especialidad de la casa! Aunque el restaurant cuenta con una amplia carta en la que también destacan platillos mexicanos como las tlayudas, los tacos de arrachera y los tacos de camarón”.
La Terraza celebró recientemente su primera década de existencia con el lanzamiento de una etiqueta de vino de la casa. Se trata del vino La Terraza, una cosecha de tempranillo sin paso por barrica y una más con añejado de al menos un año en barrica originario de las plantaciones del Valle de Nappa.
Para celebrar el aniversario de La Terraza, el Gran Hotel de la ciudad de México invitó a un selecto grupo de medios a una cata dirigida por el enólogo Sergio Sotomayor en la que se explicaron las bondades y características del vino La Terraza. Tempranillo Merlot – Syrah, ideal para acompañar un plato mexicano como Mole o Arrachera y la etiqueta La Terraza, que cuenta con una mezcla de uvas de las familas Cabernet Sauvignon – Merlot ideal para una cena o un plato fuerte.
Ambas etiquetas son cosecha 2013 y pueden disfrutarse en La Terraza como vino de la casa acompañando la espectacular vista del Palacio Nacional, el Zócalo y la Catedral metropolitana que puede apreciarse a simple vista desde el Restaurant.
No solamente ha sido testigo de la historia de México, sino que sigue escribiendo páginas de historia viva. Los mismo pasillos que han recorrido personajes como Porfirio Díaz y el agente James Bond se presentan ante ti como una invitación para viajar por el tiempo y sumergirte en una experiencia de viaje totalmente diferente.
Para más información y reservaciones visita la página: http://www.granhoteldelaciudaddemexico.com.mx/default-es.html y síguelos en FB y TW como @GranHotelCM
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