Visitar República Checa durante verano ofrece a los amantes de la naturaleza y del turismo de aventura una extraordinaria oportunidad para disfrutar de sus maravillas naturales. Aquí te compartimos 3 destinos para planear tu próximo viaje al aire libre por las provincias de Chequia.
1era Parada: Karst de Moravia
Kars de Moravia es el más grande e importante de las zonas kársticas checas. Es el complejo de las cuevas más grandes y accesibles compuestas de un gran desarrollo de salas, pasillos y abismos subterráneos. Muchas cosas te recordarán al legendario Morie de la novela de fantasía épica El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, incluido el frágil puente sobre el Abismo Escalonado.
El interés más grande lo genera las cuevas de Punkva. Se encuentran en Pustý Žleb, a 2 km del centro de información y un restaurante Skalní mlýn corriente arriba del río Punkva. Si no quieres caminar hasta las cuevas puedes tomar el tren turístico. Una visita de aproximadamente una hora te llevará por las cúpulas enormes y pasillos con la decoración de estalactitas y estalagmitas hasta el fondo del abismo Macocha y continuará con el paseo en lanchas de motor por las aguas verdosas del abismo río subterráneo Punkva. El paseo se interrumpe en un lugar debido al recorrido del Domo de Masaryk, una de las zonas subterráneas más bellas del Karst de Moravia.
La experiencia más impresionante en este recorrido es una parada en el fondo del abismo Macocha. Su profundidad es casi de 140 metros. El lago Inferior, que se ve en el fondo del abismo, tiene el fondo todavía cuarenta metros más abajo! El abismo se puede ver también desde lo alto, de los dos puentes de observación. Desde las cuevas de Punkva te subirá arriba el funicular (el único en el sur de Moravia) y de vuelta a Skalní Mlýn ya puedes bajar a pie.
2da Parada: Suiza de Bohemia.
Místico paisaje de bosques de pino y espesos valles de los que sobresalen rocosas torres, puertas, muros, barrancos, ciudades de rocas y laberintos. Exactamente así es el Parque Nacional de la Suiza de Bohemia. El imperio de las rocas es el hogar de animales poco corrientes y plantas maravillosas.
La historia de esta zona nació hace muchos millones de años cuando en el lugar actual de la Suiza de Bohemia se encontraba un mar poco profundo. Del fondo de la arena nació el mundo de la arenisca, torres de rocas, puentes y puertas de formas espectaculares. La denominación en sí de «Suiza de Bohemia» fue derivada del nombre «Suiza Sajona» que se utiliza para la parte alemana de areniscas del río Elba. Esta denominación romántica se debe a los pintores suizos Adrian Zingg y Anton Graff, quienes trabajaban en la Academia de Dresde y pintaban el paisaje alrededor del río Elba.
Una de las puertas de entrada a este paisaje único es Hřensko, de donde salen varios recorridos turísticos a las cañadas cercanas. Una parte del camino pasa por el laberinto de rocas, túneles y puentes. Algunas partes se pueden atravesar solamente en lanchas conducidas por un lanchero. Los estrechos románticos por los que traspasa la luz, con sus altos muros de rocas de arenisca cubiertas de musgo y helecho, le parecerán irresistibles.
Entre las rutas turísticas favoritas está el Sendero de Gabriel. Le llevará del poblado de Mezní Louka a la famosa Puerta de Pravčice, el símbolo del parque, protagonista de la película Las Crónicas de Narnia. El arco monumental de roca, el más grande en toda Europa, recuerda formaciones parecidas del conocido parque estadounidense Arches. De camino se les abrirán preciosas vistas a los alrededores, principalmente a la colina más alta del parque, Růžovský vrch.
Ciudades de Rocas.
Las Rocas de Adršpach-Teplice figuran entre las formaciones rocosas más visitadas de la República Checa. Puedes atravesar desfiladeros rocosos, abrir espacio a tu imaginación, al descubrir las formas de las rocas, o dejarte arrastrar por las aguas navegando audazmente en un barco en las cercanías de los peñones.
Se sitúan en el triángulo entre los pueblos de Teplice nad Metují y Adršpach y el cerro Čáp, que se alza por encima de la aldea de Skály. Tal vez ni te venga a la mente que está paseando por el fondo del mar. Después de la desaparición del mar cretáceo, se crearon en este lugar dos grupos únicos de ciudades de roca que están separadas por el barranco Vlčí rokle, en español, Barranco del Lobo. Reserva para el circuito de las Rocas de Teplice tres horas como mínimo. Durante el camino te cruzarás con formaciones rocosas que llevan nombres acertados como Housenka, en español, Oruga, Řeznická sekera, Hacha del Carnicero o Golem. No te pierda paladear el sabor de la adrenalina subiendo por unas escaleras que le llevarán a las ruinas del castillo de Střmen, adaptado a una plataforma con mirador. Sus pasos también te conducirán hasta la parte de abajo de la gigantesca y lisa Torre de Vigilancia, uno de los símbolos de las Rocas de Teplice. En el cruce de caminos cerca de Siberia, sube la escalera de piedra y llegarás a la Capilla de Roca, a través de la Gran Plaza del Templo, y después de atravesar un paso estrecho entre en la Lví klec, Jaula del León y, de repente, estará en el Jardín de Krakonoš (espíritu mitológico de las montañas de Krkonoše).
Otro lugar que merece su visita son los Peñones de Broumov. Encontrarás aquí románticas rocas de piedra arenisca, barrancos profundos, desfiladeros y miradores en un paisaje pintoresco abundante en bosques.
Nuestro paseo por las ciudades de roca está casi completo, pero no podemos olvidarnos de la reserva natural de Ostaš. Aquí vivirás en carne propia qué significa extraviarse en laberintos de rocas. Si atraviesa los Laberintos Superior e Inferior, el circuito turístico te ofrecerá vistas fantásticas del sistema variado de rocas, cuevas y galerías.
3ra Parada: Jeseniky.
Un paraíso montañoso lleno de tesoros naturales y centenares de rutas bien señalizadas para practicar el senderismo y el cicloturismo en primavera verano y hasta otoño. Numerosos senderos didácticos, cuevas, saltos de agua y un sinfín de miradores. Así son las montañas de Jeseníky, un paisaje rudo y a la vez romántico, que se ganarán su corazón a primera vista. Simplemente, tiene que visitar las reservas naturales protegidas de Králický Sněžník, Praděd o Rejviz. Los manantiales medicinales de las ciudades balneario refrescarán y curarán.
El sendero didáctico Bílá Opava, de unos seis kilómetros de longitud, atraviesa muchos puentes pequeños, escaleras y pontones de madera, en cercanías inmediatas de saltos de agua. Las aguas del más alto de ello caen desde una altura de unos 8 m, y junto con los rápidos siguientes superan un desnivel de casi veinte metros en un tramo de 40 m. Además de recovecos románticos de un bosque de pinos, rápidos, cascadas y formaciones rocosas, se crearon en este lugar remansos profundos y prominencias rocosas. También puede observar aquí los famosos pinos de Jeseníky, con sus típicas copas que tienen la forma de cilindro o columna, y ramas curvadas inclinadas hacia abajo. Desde Praděd hasta Červenohorské sedlo y Vřesová studánka
La cima dominante de Jeseníky es Praděd, la montaña más alta de Moravia. Desde una plataforma de cristal, ubicada en la torre de televisión de Praděd, se abre la vista de Sněžka, Králický Sněžník y Beskydy. También le impresionará la vista de las aguas brillantes del embalse de la central hidroeléctrica de Dlouhé stráně. Le recomendamos una excursión de Praděd a Červenohorské sedlo, que iniciaremos con un descenso al valle del río Desná, por el Divoký důl. Según revela su nombre, debería prepararse para un camino salvaje e impetuoso por un barranco rocoso, con un arroyo con cascadas mugientes.
La otra opción es la ruta que conduce a lo largo del albergue turístico Švýcárna, que se transformó de una cabaña de pastores a un chalet montañoso clásico. Desde los chalets en el puerto de Červenohorské sedlo puede dirigirse hacia la fuente de Vřesová studánka, que tiene aguas milagrosas que curaron a un ciervo herido posibilitándole huir de un cazador. Será premiado con una vista de los majestuosos macizos de Vozka y Keprník.
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