Maidentrip es un documental que narra el viaje de dos años que emprendió la navegante holandesa Laura Dekker, de entonces 14 años, con el fin de convertirse en la mujer más joven en darle la vuelta al mundo navegando en solitario.
Se trata de una historia en la que todos los peligros y complejidades del viaje, pasan a segundo término cuando la personalidad de la protagonista comienza a transformarse a medida que van avanzando las millas náuticas y las experiencias comienzan a cambiar la percepción de una persona sobre la vida, la familia, la libertad, incluso la felicidad y el sentido de la vida.
Historia inspiradora, pero también profundamente reflexiva, Maidentrip hace eco en los sentimientos que muchos viajeros Alternatrip seguramente han experimentado al enfrentarse a decisiones de las que no hay vuelta atrás, a perder la percepción del tiempo tras los primeros 30 días de viaje y a la sensación de paz y libertad que solo los viajes largos en solitario pueden proporcionar.
Mediante una narrativa muy bien lograda, que aprovecha los adelantos técnicos de las cámaras portátiles y los sistemas de navegación, la cinta sigue a la joven Laura desde el inicio de su aventura en su natal Holanda en 2010. El personaje que se nos presenta al comienzo del viaje es el de una chica adolescente tremendamente inquieta, inocente y con la enorme ilusión de hacerse a la mar y visitar lugares que le parecían inaccesibles.
El inicio de su viaje estuvo rodeado de críticas, escándalos en los medios e incluso una demanda civil contra su padre por permitir un viaje que evidentemente ponía en peligro a Laura. Lo que pocos conocían es que la chica, aún a su corta edad era una navegante experta, perfectamente capz de navegar en solitario y con varios viajes en su haber por toda Holanda e incluso uno en el que navegó hasta Londres con apenas 13 años.
Pese a todas las adversidades, Laura Dekker consiguió los permisos y patrocinios necesarios. Así, emprendió un viaje bastante peculiar, ya que a diferencia de otros navegantes, la holandesa se planteó cumplir su meta en 2 años con el fin de conocer cada país nuevo al que llegaba.
La chica comenzó a darse cuenta de cómo la soledad le daba un sentido de tranquilidad al permanecer largas horas en altamar. Incluso, en los momentos en los que la furia del mar tornaba su destino realmente aterrador, Laura aprendió a dominar sus sentimientos y sustituir el miedo por enfoque y concentración en lo que debía hacer como navegante.
A la mitad de su viaje, Dekker experimenta la sensación de cruzar el punto de no retorno al cruzar el canal de Panamá. A partir de ahí, no es posible regresar a casa y no queda otra opción que completar el viaje. Es ahí donde la joven mujer comienza a cambiar.
Conocer otros entornos, en donde la gente cambia en cada puerto y en donde la mentalidad europea de encontrar un empleo, acumular dinero, comprar una casa, criar hijos y luego morir lentamente comienza a quedarle pequeña a la joven viajera. En algún momento, Laura comienza a perder interés en su meta inicial de llegar a la meta en función de seguir viajando por el mundo.
Al final, Laura se da cuenta de que no extraña su antigua vida y de que no siente ningún deseo de regresar a Holanda, por lo que toma la decisión de terminar su viaje en las Islas de St. Maarten en el Caribe, el primer sitio de América donde tocó tierra tras salir de Europa. Pero ahí no terminó el viaje de Laura, apenas comenzó el siguiente.
Maidentrip es una clara muestra de cómo los viajes pueden influir en la personalidad de una persona. Una gran obra de inspiración viajera disponible en Netflix.
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