Por Montserrat Morales / @Mont_Cherry
Todo empezó en diciembre del año pasado, la idea de ir a Cuba y plantearlo como algo real, lejos del “Un día deberíamos ir”, surgió en menos de 10 minutos. Contemplamos la fecha del viaje para marzo, mes en lo que según internet es preferible ir a la isla dadas las condiciones climáticas: ni mucho calor, ni época de ciclones.
Tenía tres meses para planear, organizar, hacer reservaciones y comprar boletos. En un inicio me di a la tarea de cotizar todo por separado, sin embargo por cuestiones de comodidad y precios nos decidimos por comprar un paquete que incluía “casi” todo. Muchas agencias venden este tipo de paquetes por lo que no es difícil conseguir un buen precio, el de nosotras consistía en vuelo redondo, traslado del aeropuerto al hotel y viceversa, estancia de dos noches en Varadero all inclusive, transporte de Varadero a La Habana, tres noches de hotel ahí y desayunos, como consecuencia prácticamente sólo tendríamos que gastar en comidas y cenas durante nuestra estancia en la capital de la isla.
Nuestro paquete no incluía tours, en lo personal no soy fan de las visitas guiadas pero si lo desean se puede comprar desde aquí con la agencia o directamente en los hoteles. Nota importante: de preferencia no confíen en los cubanos que suelen abordarte en la calle de un momento a otro, parecen muy amables y con verdaderas intenciones de mostrarte la ciudad pero créanme, no será así.
Por cuestiones de tiempo tuvimos que reagendar el viaje a finales de mayo, que aunque un poco lluvioso no nos causó ningún conflicto, al contrario las lloviznas cada tarde refrescaban el ambiente y lo hacían más apto para caminar y recorrer la ciudad al atardecer.
Mi primera parada fue Varadero, una bella playa del Caribe donde la arena es casi blanca y el mar de diferentes tonalidades, enamora. Aunque físicamente un tanto parecido a nuestras playas del Caribe Mexicano, Varadero tiene un encanto propio, si bien es un destino en el que la mayor parte del turismo es gente mayor, es el lugar perfecto si lo que se desea es descansar y olvidar el estrés, sin embargo no es un lugar en el cual se puedan pasar demasiados días, puede resultar tedioso.
Todo el turismo en Varadero es extranjero, en las playas no se ven más cubanos que los de los hoteles quienes resultarán ser tan amables como lo sea tu propina, lleva mucho cambio. Si lo que deseas es conocer Cuba, a su gente y sus costumbres tal vez Varadero no sea la mejor opción para ti, netamente es un lugar de descanso y no se percibe a Cuba en su totalidad.
Después de dos días de haber descansado y disfrutado de la playa, el viaje tenía que continuar pero ahora en La Habana, un autobús de la agencia de viajes pasó por nosotras al hotel y después de recorrer otros hoteles recogiendo más turistas que llevaban por destino el mismo que nosotras, por fin tomamos carretera. El viaje dura aproximadamente tres horas pero vale la pena por ver los hermosos paisajes y la vegetación tan verde encuadrando el mar. Que nos les sorprenda ver a lo largo de la autopista grandes y numerosos mensajes (tipo espectaculares) sobre la revolución.
Al atravesar los pueblos se pueden ver coloridas casas así como edificios muy antiguos que por momentos dan la pinta de estar abandonados hasta que puedes observarlos más de cerca y distinguir a las personas que aún habitan ahí.
Una postal que se repitió varias veces desde la carretera hasta mis días en La Habana, fue ver a mucha gente en la calle, niños en bicicleta o corriendo por las calles, señoras con sus bolsas del mandado caminando a algún lugar, grupos de señores platicando en los portones de las casas o afuera de los viejos edificios, adolescentes con uniformes escolares riendo y jugando, en Cuba se nota sabor, pareciera que la vida pasa con tranquilidad, sin muchas apuraciones, si, tan sólo lo parece.
No necesité adentrarme mucho en La Habana para notar sus diferencias con Varadero, esta se trata de una ciudad extensa y gris, sin duda los hoteles son más modernos y “lujosos” que en la playa, aunque en realidad en Cuba todo parece haberse detenido hace décadas, los hoteles son viejos, no por ello son feos o sucios, no obstante se nota el deterioro de las instalaciones y al salir a la calle los autos de la década de los 50 te harán sentir como viajero en el tiempo.
Sería injusto catalogar a los todos cubanos de poco amables y un tanto hostiles ya que durante el viaje encontré personas muy agradables y atentas sin embargo muchos de ellos no son tan hospitalarios a menos claro, que esperen algo a cambio. Tal vez mi percepción se debe a que en México la gente es muy atenta sobre todo con los extranjeros.
Mi primer noche en La Habana, mientras buscábamos algún sitio donde cenar, un chico en la calle nos identificó como mexicanas y sin más decidió que nos quería mostrar la ciudad, comenzó a hacernos la plática, nosotras un tanto desconfiadas tratamos de alejarlo pero el chico poco a poco comenzó a ganarnos, se identificó, lo cual nos dio cierta confianza así que comenzamos a caminar con él y adentrarnos por las calles de La Habana Vieja, conocimos iglesias, plazas, nos llevó una de las casas de Che y el lugar donde nació el famoso Compay Segundo, por fin después de casi tres días de nuestra llegada comenzamos a conocer la verdadera Cuba y su gente.
Aunque en un principio creímos en sus buenas intenciones nos embaucó con unos habanos carísimos y una cena de más de mil pesos con el pretexto que era lo más barato, cosa que desmentimos después. La anécdota resulta graciosa por cómo se dieron las cosas sin embargo aprendimos de ese tipo de sujetos ya que durante los siguientes días muchas otras personas se acercarían a nosotras con las mismas intenciones y los mismos pretextos, cabe destacar que sólo fuimos víctimas la primera vez.
Mucho se dice sobre los cubanos y su vida en la isla, yo tuve la oportunidad de hablar con algunos y sobre todo de andar por calles por donde la mayoría de los turistas no se meten, sin duda vi pobreza, vi casas y edificios habitacionales tan viejos que parecía se caerían en cualquier momento, conocí gente disgustada con su forma de vida, personas que esperan ahorrar lo suficiente para poder salir del País, pero también vi gente conforme, vi gente feliz y contenta con su vida, no todos están en contra del régimen, muchos parecen estar de acuerdo.
Puntos importantes, datos curiosos y algunas impresiones sobre Cuba:
En Cuba existen dos tipos de moneda, el CUC para los turistas y el peso cubano, esta segunda moneda no le sirve al turista.
Si tu urgencia por conectarte a internet es enorme prepárate para pagar lo que podría ser el internet más caro de tu vida: 5 CUCs (aprox. $70 pesos mexicanos) por media hora.
Encontrarás mucha desigualdad entre todo lo que es destinado a los turistas (que generalmente se encuentran en buen estado) y todo lo que es para uso y consumo de los propios cubanos.
Los taxis para las turistas son personales mientras que los taxis para los cubanos son compartidos.
En cuanto al dinero, olvida los dólares ya que son castigados, puedes llevar euros aunque yo no tuve ningún problema con los pesos mexicanos.
De preferencia no cambies dinero en el aeropuerto ya que los CUC son más caros ahí, mejor pregunta por una casa de cambio en la ciudad o cerca de tu hotel pero jamás cambies dinero con la gente en la calle.
La Bodeguita del Medio es uno de los puntos turísticos más visitados de La Habana, todos los turistas se toman la tradicional foto en la entrada sin embargo según nos comentaron ahí hacen los peores mojitos de toda Cuba (nos lo dijo un cubano).
Es cierto, hay gente que pide les puedas dejar algo de ropa, productos básicos de higiene pero me llamó la atención que todos piden caramelos, sobre todo chocolates. Lleven chocolates.
Olvida los restaurantes, para comer rico y barato opta por los Paladares.
Parada obligatoria es El Morro y la ceremonia de los cañones en La Habana.
En el centro de La Habana se encuentra El Capitolio, edificio inspirado en El Capitolio de los Estados Unidos.
Hay cubanos que dan alojamiento a los turistas a un precio mucho menor que en los hoteles, es una buena opción si no se lleva tanto dinero además de convivir con una familia cubana durante tu estancia.
Todos los productos son de marcas nacionales, sólo hasta el último día vi una Coca Cola en la tienda del hotel.
A pesar de lo que se pueda creer, Cuba en un país muy seguro, hubo alguien que me dijo “No te preocupes aquí no es como en México”. Es triste, pero en este momento, México tiene una mala reputación en el extranjero.
No hay tanta variedad en la comida pero uno de los platillos típicos es el Arroz Moro, lo sirven casi con cualquier cosa que se ordene.
Música, entre muchas otras cosas, Cuba es música, ritmo, baile, fiesta y gente alegre.
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[…] con tres meses para planear un breve viaje a Cuba, si bien el destino de mis vacaciones no era considerablemente caro, no estaba segura de sí el […]