Por Thalía Ríos / Instagram @marimar_salvaje
Viajo siempre por la razón más simple, porque me gusta, viajo porque puedo, porque tengo tiempo y algo de dinero, si no tengo tiempo lo busco y si no tengo dinero lo consigo, es simple.
Viajo porque soy joven y nada me detiene para hacerlo, ni mi madre diciéndome que habrá un huracán en la playa a donde iré, o ese intento de novio que me pidió decidir un día entre ir a las cascadas de Tulimán con mi hermano o verlo para ir al cine, pueden suponer qué elegí.
No es que una vez que seamos no tan jóvenes, no tan guapos y tal vez casados, no podamos viajar, pero cuando salgo con mi hermana que tiene dos hijos y veo que en cada salida tiene que cargar con 4 maletas, 3 mochilas y un botiquín de emergencia para los niños, me doy cuenta que la que mejor se la pasa sinceramente, soy yo. Hoy a sus 40 y tantos años mi hermana siempre me dice -Si yo no tuviera hijos a los que tengo que pagarles colegiatura, si yo tuviera tu edad y la mitad de tu energía, haría exactamente lo mismo: viajar.
Viajemos ahora que somos jóvenes, guapos y solteros, que somos dueños de nuestros días y de nuestras quincenas, ahora que podemos soportar altas temperaturas, viajemos ahora que podemos sentirnos aventureros y no pagar un mes de renta para completar para ese viaje al mar, ahora que nuestros cuerpos medianamente flexibles nos permiten acampar y pasar frío toda la noche, ahora que podemos soportar un viaje en autobus de 10 horas o un vuelo con 3 escalas. Ahora que podemos usar mini shorts, que podemos escaparnos un fin de semana sin planeralo con 2 playeras, un pantalón y sin más calzones que los que traemos puestos.
Viajemos ahora que la vida se trata de disfrutar, de conocer, de conocernos, de andar descalzo, de gritar, de viajar con una mochila, de perdernos, de buscar, encontrar, de encontrarnos, de viajar ligero.
-Viajar como símbolo de existencia- Es verdad, nada te da más vida que las experiencias fuera de la rutina. Por eso viajemos ahora con las consecuencias que esto implica, no tener muchos ahorros pero disfrutar de atardeceres en el mar, de días nublados en las montañas o de caminatas nocturnas por pueblos mágicos. Viajemos con la fantástica consencuencia de encontrarnos plenos y de sabernos felices, viajemos ahora que somos lo que somos, ahora que nuestra condición hace que todo, sea posible.
5 Comentarios
#unacosachingona
¿En qué playa fueron tomadas las fotos?
tenes mucha razón, pues da pena mirar los paseos y excursiones que hacen los grupos de jubilados que despues de deslomarse por años trabajando recién a esa edad pueden conocer lugares que por cierto el disfrute no es lo mismo que si lo hubiesen realizado cuando eran jóvenes que podían correr por la playa y escalar cerros, aprovechen sanamente el tesoro de la juventud
Mi mamá me contó una historia triste, el hijo de su mejor amiga, tuve que pasar un desamor y ser engañado para que en la depresión viajará a visitar a su familia a Miami y San Antonio, en esos dos viajes y a sus 40 años descubrió que la vida está en viajar y conocer, en vez de vivir atrás de un escritorio juntando para una boda, un depto y colegiaturas.
Totalmente de acuerdo. De eso se trata la vida y de eso se trata Alternatrip. Saludos!